miércoles, 13 de julio de 2011

No sale el sol todas las mañanas

 



Algunas son simplemente tristes, frías, con ese viento norte y esa tristeza que se impone al robarnos un día de buen tiempo.
No ha salido el sol y los malos presagios acechan entre las olas, la agresividad del mar se contagia y siento una zozobra, un movimiento de fondo que acrecienta mi tensión y pone alerta los sentidos.
Y entonces lo oigo... entre los chillidos de las gaviotas y las rachas de viento, oigo a las olas cantando un susurro que me trae recuerdos de momentos más felices.
Y allí, al fondo, un tímido rayo de sol trata de escapar de su carcel de nubes... y sonrio, mientras una lágrima corre a reunirse con el agua salada.



1 comentario:

  1. Precioso el momento de protección tras el gris. Es increible observar que una sola lágrima contiene todos los mares y océanos.
    Un abrazo.

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